jueves, 25 de mayo de 2017

LA REVOLUCIÓN DE MAYO


                           
                                    

  • PARA CONTEXTUALIZAR UN POCO...
Al finalizar la primera década del siglo XIX la situación europea proporcionó el ambiente favorable para una serie de estallidos revolucionarios, ya anticipados por sucesos anteriores en todo el continente, que desarticularon primero y aniquilaron después, al vasto imperio colonial hispanoamericano.
La revolución de Buenos Aires ocupó un lugar destacado en ese conjunto. Contemporánea de las de México, Venezuela, Colombia y Chile, fue menos sangrienta que las primeras y mas afortunada en sus resultados inmediatos.
El levantamiento del virreinato rioplatense presentó características peculiares. De él surgirían en un cuarto de siglo, cuatro estados distintos, a la vez que sus armas expandirían el movimiento emancipador a Chile y Perú.

  • BUENOS AIRES A PRINCIPIOS DE 1810
 Virrey Cisneros

Durante el breve mandato de don Baltasar Hidalgo de Cisneros como virrey en Buenos Aires, los leales a la monarquía española y los que querían desprenderse de esa nominación, vivieron en constante sobresalto.
No escapaba que los sucesos europeos eran decisivos para el destino de estas tierras.
En marzo y abril de 1810 Cisneros dio instrucciones a los gobiernos del interior para que evitaran la difusión de rumores desfavorables a las armas españolas en su lucha contra Napoleón. Liniers escribió al virrey sobre los intentos revolucionarios, inclinándose por una severa represión que incluyera la pena capital para los que calificaba de "traidores".

¿Por qué estalló la revolución en Buenos Aires?

Buenos Aires presentaba un medio propicio para esos planes. Inclinados en su  mayor parte hacia un sistema comercial liberal que les permitiera intercambiar los productos locales, por manufacturas europeas. Buenos Aires, puerto de mar, estaba abierta a la entrada de las "nuevas ideas" que florecieron en el Viejo Mundo durante el siglo XVIII. Éstas ideologías introdujeron principios liberales que fácilmente prendieron en los grupos de intelectuales de la burguesía, como contrapartida del despotismo español.
El monopolio comercial que ejercía la corona, era un poderoso factor de descontento.
A diferencia de otros puntos de América, en Buenos Aires la fuerza militar era un factor favorable al movimiento emancipador.

  • LA REVOLUCIÓN
El hecho concreto es que desde años atrás se conspiraba y que mientras algunos de los conspiradores se inclinaban a obtener algunas mejoras para la colonia, otros mas decididos buscaban sin vacilar la independencia política.
Las argucias de uno y otro bando para triunfar, dieron origen a confusiones tales como: la revolución se hizo en nombre del rey prisionero, cuando su meta era sin duda muy distinta, al menos para el sector más activo que la encabezó.




MAYO DE 1810. En la segunda semana de mayo se difundieron importantes noticias. Un navío británico arribado el 14 de mayo a Buenos Aires y la fragata "Jhon Parish", también inglesa, trajeron los informes que decidieron la situación: la Junta Suprema Central, residente en Sevilla, se había disuelto ante el avance francés.
Todos los interesados comprendieron la trascendencia del suceso. El virrey optó por informarle al pueblo lo acontecido en forma oficial, llamando a la lealtad de su gobierno.
Los revolucionarios recurrieron a los arbitrios legales de la época, solicitar un cabildo abierto, para que el pueblo decidiera lo que había que hacer.
El día 19, Cornelio Saavedra y los destacados abogados Manuel Belgrano y Juan José Castelli iniciaron trámites para que se llevara a cabo la asamblea. Una consulta a los jefes militares el día 20, convenció al virrey de que no dispondría de ese apoyo. Accedió entonces al pedido de celebrar un congreso general.
Los realistas confiaron en que la invitación al mismo quedaría bajo control del Cabildo y podrían asegurarse así una mayoría adicta. En ésta época el concepto de "pueblo" se limitaba a la "parte más sana y principal", a las clases altas y fue así que de 4000 vecinos, fueron llamados 450.
La oposición patriota, burló este intento y pudieron asistir muchos que no había sido invitados.
Centenares de jóvenes presuntamente armados, que se identificaban entre sí con cintas blancas y rojas, agitaban el ambiente con consignas adversas a la continuación del virrey y estaban atento a cortar por la fuerza toda tentativa violenta de los realistas.
La existencia de este activo grupo, se denominó "Legión Infernal", comandado por French y Beruti, nos da la prueba de que los planes ya estaban fijados.

EL CABILDO ABIERTO. Con la asistencia de alrededor de 250 personas, inició sus sesiones en un ambiente tenso en la mañana del 22.
El actuario del Cabildo inició el debate. Los oradores principales fueron el obispo de Buenos Aires don Benito Lué y Riega y el fiscal de la Audiencia, Villota,en defensa de la tesis gubernamentales; y los abogados Juan José Castelli y Juan José Paso por los revolucionarios. Expresó el primero que los españoles debería conservar el poder, Castelli desbarató este alegato afirmando que América no pertenecía a los españoles sino a la corona de Castilla, desaparecido el rey el poder volvía al pueblo americano.
Villota alegó, que debía consultarse al interior antes de resolver. Paso insistió sobre la urgencia de constituir una junta, tras amplia discusión se pasó a efectuar la votación: 155 votantes se inclinaron por el cese del virrey y 69 por su continuación. La solución posterior no quedaba bien establecida.

                                

LA JUNTA DEL 24. De lo que no se dudaba era sobre l cese de Cisneros. Sin embargo, tras proclamar este hecho el 23, el Cabildo designó el 24 una junta presidida por el mismo Cisneros, e integrada por Saavedra, Castelli y dos españoles. El efímero gobierno llegó a jurar pero la junta devolvió sus poderes al cuerpo capitular.

EL 25 DE MAYO. La noche del 24 al 25 se redactó un petitorio con más de 400 firmas en el que se concretaban las exigencias de los patriotas porteños: La formación de un junta para desbaratar las maquinaciones de los realistas.

Los criollos, reunidos en la Plaza Mayor (hoy la Plaza de Mayo) esperan las novedades del día al grito de: "El pueblo quiere saber de qué se trata". Ese viernes, hace 207 años, los cabildantes reconocieron la autoridad de la Junta Revolucionaria y formaron de esta manera el primer gobierno patrio.
El encabezamiento del acta decía: "En la muy noble y muy leal ciudad de la Santísima Trinidad, Puerto de Santa María de Buenos Aires, a 25 de Mayo de 1810: sin haberse separado de la Sala Capitular los Señores del Exmo. Cabildo, se colocaron a la hora señalada bajo de docel, con sitial por delante, y en él la imagen del Crucifijo y los Santos Evangelios; y comparecieron los Señores Presidente y Vocales de la nueva Junta Provisoria gubernativa, D. Cornelio de Saavedra, Dr. D. Juan José Castelli, Licenciado D. Manuel Belgrano, D. Miguel de Azcuénaga, Dr. D. Manuel Alberti, D. Domingo Mateu y D. Juan Larrea; y los Señores Secretarios Dr. D. Juan José Passo y Dr. D. Mariano Moreno, quienes ocuparon los respectivos lugares que les estaban preparados".




"María L. N. de Miretzky. Elvira S. de Mur. Gabriel A. Ribas. Susana N. Royo.(Ed) (1971)  Historia 3. La Nación argentina. Buenos Aires, Argentina.  Editorial Kapelusz."

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